Collage de Calamar

La Verdad llega a ser otra forma de Blasfemia o Herejía... Verdá de Dior!

Jóvenes he aquí una muestra más de cocina occidental accidental.
Hastiado de un martes arrachera, otro día bife de chorizo o vacío, uno más salmón, el siguiente cabrito y así por el estilo.  Me decidí hace unos días por algo más sencillo.


Al abrir el refri noté que no estaba en su mejor momento, de la zona de congelados rescaté un blister del llamado Calamar Baby o también llamado de California,crudo, con aproximadamente 1 kg.  Más allá estaba paquete con 6 filetes de Bacalao natural.  Decidí  hacer un "collage" con éstos ingredientes principales.


La historia se cocinó más o menos así:


Puse dos ollas medianas de tres litros c/u al fuego, con la mitad de agua,  un trozo de cebolla, ajo y una cucharada sopera de cebollino rebanado.


Limpié los calamares y a la parte de los tentáculos le corte los ojos, no me gusta que la víctima me observe cuando la guiso.  los puse a cocer en una de las ollas, por 20 minutos..


En otra puse los filetes de pescado, en cuanto volvió a hervir el agua, los separé y puse en agua fría, para evitar la sobrecocción.   En el agua caliente (donde cociné el pescado) puse a cocer dos papas, por 25 minutos más.


En tanto corte 1.5 kg de jitomate en cubos pequeños de 1/2 cm aprox.
Filetee media cebolla en tiras de 1mm aprox. 


Rebané las aceituna rellenas de salmón de una lata (160 gr).
Separé dos cucharadas de alcaparras.
Rebané un pequeño ramo de perejil y uno más pequeño de albahaca.
Piqué finamente dos dientes de ajo.
Corté las papas en cubos de 1.5 cms aprox.
Rebané los calamares
Desmenucé los filetes de pescado.
Dispuse aceite de oliva puro, vino blanco seco y vodka.


Nota No. 1  Para cuando todos estos ingredientes estaban en las condiciones que los enumero, ya llevaba dos copas de vodka, para excitar la imaginación culinaria.


Podría hacer presunción de mis conocimientos meditarráneos, pero el código postal afloró; así que puse al fuego una cazuela de barro, deje que se calentara un poco el barro, añadí el aceite, de inmediato el ajo, segundos después la cebolla y al acitronarse ésta, el jitomate.  Dejé unos 5 minutos a que se cociera la mezcla, añadí entonces el calamar, después el bacalao y las papas; deje que la mezcla cocinara por unos minutos 4 minutos más. 



Me terminé la tercer copa de vodka en las rocas, para combatir el calor de extremo ejercicio.


Añadí al guiso una copa de vino blanco, las aceitunas y las alcaparras. Apagué el fuego y agregué las hiervas, removí todo y rectifiqué la sal.

 Serví como plato único,  con un volcán de  arroz blanco (hervido con ajo) sobre una cama de hojas de lechugas sangrías e italianas.  Agua natural con hielos y una rodaja de limón,  por aquello de la "cruz nuestra" que amenazaba hacer acto de presencia para ese entonces. 








Buen Provecho!

Pimientos rellenos de Camarón

La verdad llega a ser otra forma de blasfemia... Verdá de Dior!

Todo por ser sencillo, humilde y anfitrión.

Sonó el teléfono, una voz suplicante me pidió que fuera  a la cocina y preparara algo diferente a lo que nos a reducido Roña Pancha el menú, agregando además un tono dramático con la consustancial carga de chantaje; "anda que ya el lunes volveremos a ser esclavos de la Facultad".  Yo,  con tal de que                                                                                                                                                                                                                                               gasten sus facultades en algo, acepté.   Sin embargo al llegar a los refrigeradores descubrí que no existían muchas opciones.  Algo de calamar pequeño por aquí,  un poco de pollo por allá y algo de camarón mas allá, todo crudo y congelado, por supuesto.  En otra parte del mismo, con menos frío,  descubrí  una docena de pimientos, de los nombrados morrones, amarillos,  rojos,  algo de aguacate y barritas de pescado.  Primero pensé en una crema del crustáceo con pimiento, pero mi inconsciente individual me reprimió; "a ti no te gustan las cremas".

                                  

                                                                                                                                                          

Razón por la que decidí preparar un relleno para los pimientos.  A petición de Lorena, mejor conocida en los bajos mundos de la investigación y de internet como la Sueca, proyecto aquí la accidentada receta.

Prepare todos los ingredientes al alcance;

Rebané medio poro o cebollino finamente; un tercio de una cebolla blanca, limpié y piqué un par de dientes de ajo; tome unos 200 gr de champiñones y los piqué un pequeños cuadros de medio centímetro,  lave y retiré el exoesqueleto y la cabeza (pelé pa´que me entiendas Chana) 750 gr. de camarón, y los rebane un porciones de 1 cm  aproximadamente.

Para darme valor me acerqué una botella de Tequila 100% agave,  elemento indispensable en esta receta.

Rebane una especie de tapa de los pimientos, de la parte que estaba sujeta a la planta, el rabo, según Planchita.  Esta parte del pimiento la corté en tiras muy delgadas, como sentí que faltaba color, hice tiras de un chile llamado cuarismeño.

En este instante justo, se termino la primer "cañita" o "caballito" de tequila.

Ya con este valor lavé y puse a desinfectar una lechuga de las llamadas "italianas".

El resto de la bolsa de champiñones,  unos 700gr  los partí en cuatro partes, a lo largo del tallo.

Limpié y lavé un kilogramo de tomate (verde obviamente) y separé unos chiles verdes, de los llamados de árbol.

Lavé y desinfecté un poco de hierbas; perejil, cilantro y albahaca.

Saqué del empaque dos barras de queso crema.

Aquí paso a mejor vida la segunda ronda de tequila.

Pedí licuadora y procesador.

Procedimiento:

En una sartén puse fuego muy bajo aceite de oliva puro; en otra olla puse agua con un poco de sal a hervir.  Al aceite, añadí el ajo, un poco después la cebolla y el poro.  Cuidando de no calentar demasiado, añadi las tiritas de chiles y los champiñones picados.

En el agua hirviente coloqué los pimientos que usaría para rellenar. En el fregadero coloqué agua con hielo.  Cuando el agua de los pimientos volvió a la ebullición, saque los pimientos y los coloque en agua fría.

Volviendo  a la sartén, coloqué el camarón, revolví, vacié una onza y media de tequila, manteniendo el fuego bajo. 5 minutos después apagué el fuego.

En tanto en un comal asé los tomates y los chiles de árbol, cuando estaban cocidos los vacié en la licuadora, añadí ajo, cebolla, la pulpa del aguacate, cilantro y sal;  esto dio como resultado una especie de "Guacamole" al que reiterando el sabor le añadí cilantro y cebolla picada.

Sequé y limpié los pimientos morrones y procedí a rellenarlos con los camarones guisados.

En el procesador puse el queso crema con el perejil, albahaca y dos chiles verdes.  Este dip sirvió para coronar los pimientos morrones.

Puse dos sartenes al fuego,  uno con PAM y otro con aceite de Oliva puro;  en el primero coloqué a dorar las barritas empanizadas de pescado;  en el segundo los champiñones rebanados con ajo en polvo, chile piquín desmenuzado y un chorro de tequila.

Finalmente serví en un plato extendido un pimiento relleno, una barritas de pescado, un poco de champiñones,  hojas de lechuga y un poco de guacamole.

 Lo "sencillito" me llevó una hora de trabajo, aunque creo que el platillo quedó muy bien.