domingo, abril 23, 2006

Rockotitlan

Alguna vez escuche que nada es casual, todo tiene una causalidad. Primero la noche que inadvertidamente llegamos a Oaxacalifornia, y buscando donde tomar un vodka, entramos al Ruta; encontrar ahi buena musica, rostros enigmaticos con pasado, que el buen David me enviara el link del mismo antro, descubrir los blogs ligados al sitio; cambiar el enigma de los rostros del pasado y trasladarlo al presente, recordando el iniciatico Rockotitlan. El viernes salimos de casa Monik y yo, sin itinerario preestablecido, con el afan unico de huir del tedio hogareno. Covertimos esa huida en un ludico viaje intercitadino que nos condujo al centro de la ciudad, al mismo Ombligo de la Luna (Mexiko-Tenochtitlan). Despues de vacunarnos contra futuras depresiones, compras de por medio, nos vimos circulando por la avenida 20 de noviembre. Tres calles antes de llegar a una de las plazas mas grandes del mundo, atendimos la invitacion de la bandera, que desde lo alto del asta se movia seductora. Al llegar al final de la calle y enfrentarnos a la enormidad de la plancha de cemento, divisamos una considerable multitud congregada en torno a un escenario montado, con todo y dos pantallas gigantes; el que por cierto el anterior fin de semana nos habian dicho que serviria para alguna celebracion religiosa. Bajamos los cristales del auto y apagamos la radio a fin de enterarnos del suceso. Habia musica y a lo lejos me parecia del estilo del maestro Aguilera y la Barranca. -?Rock?- me pregunto la galena, -Eso parece- conteste, seguido de un -?Bajamos con la chinaca popular?- Minutos mas tarde enfrentaba el faje ligero del tipo de seguridad que regulaba el acceso al zocalo, el temor de que invitara una trago, me pidiera el numero telefonico desaparecio cuando friamente pronuncio; -Pasele senor- Reanudamos la marcha y pronto llegamos frente a una de las pantallas que mostraba a una guapa, pero muy limitada de expresion parlante que anunciaba segun ella a un "representante del metal mexica"; Secuaces. Una buena rola invadio el ambiente y el "respetable" brinco a gusto. En voz del vocalista nos enteramos que festejaban los 20 anos de Rockotitlan! Debian estas gentes tener cuidado con el manejo de esas cifras, me senti envejer 20 anos inmediatamente... Segui con el retrospectivo viaje a mis juventudes, que ahora se habian distanciado 20 anos, asi, subitamente, sin piedad. Y despues un acto insolito; la raza bronceada respeto y alegremente coreo y bailo las rolas de Los Locos del Ritmo! Santo Dior... en cada movimiento pense que podrian quebrarse. Fue ilustrador ver como los punketos, darketos, rukeros y demas miembros del zoo citadino y anexas bailaban al ritmo de; Avientense todos! o estrechaban manos y cantaban Tus ojos. Los ritos familiares, las festividades rinden frutos a posteriori, los intentos de la tia por ense?ar a los indefensos a bailar rocanrrol. Cuando el olor a Naftalina (changos! otro golpe recordatorio, Arana qvo vadis?) aun dominaba el escenario uno, en el dos Kerygma inciaba su presentacion con un sonido limpio y potente. Adverti que ya teniamos casi tres horas en el concierto. Pero ni como abandonar la plaza, en el escenario uno La Casta desnudaba el lado ironico, oscuro de los espectadores, que tambien coreaban y disfrutaban el ambiente onirico, de ellos fue la noche. Finalizaba el concierto el legendario Javier Batiz, del que debo aceptar, solo escuche una rola... nuca se sebe si tocara algo virtuoso o imitara a los beegees. El hambre nos obligaba, dejamos el zocalo en busca de un sitio donde cenar. El sabado habria en el mismo lugar y desde el medio dia hasta media noche otro tour al pasado. ?Cual es la causa de esta experiencia? Lo ignoro, esta vez solamente lo disfruto, la noche es escala, manana sera otro rock.

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