Pues bien, ahora me doy cuenta de algo, tanto tiempo en abono del tal Cronos para evitarme los comentarios sobre mi sugerente ortografia y resulta que en este sitio los acentos se dejan a la interpretetacion del lector. Creo que en este lugar recogieron aquel mensaje que Garcia Marquez lanzo en una botella, mar de por medio, al dios de las Palabras. Debia levantarme y dar saltos, gritando, Milagro, milagro! sobre todo dada la lejania entre Morelia y el mar.
sábado, abril 22, 2006
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